Contar con un auto propio, definitivamente, es una gran responsabilidad;
ya que su circulación implica a terceras personas y diversos  bienes materiales.
Hablando con franqueza, un conductor por más que sea bueno, está expuesto a sufrir accidentes que atenten contra los implicados mencionados anteriormente. Por esta
razón, es necesario contar con un seguro
de auto que cubra los daños que puedan velar no sólo a terceras personas,
sino también al conductor y el mismo automóvil.
Cada año, la comercialización de autos viene incrementándose
con mayor fuerza. Esto, aunque muchos conductores lo nieguen, afecta de sobre
manera la circulación vehicular. Los autos que no son nuevos, tienden a correr
mayor riesgo con cualquier tipo de conductor que vayan a cruzarse, o el mismo
incremento de estrés y caos vehicular en la circulación.
Es mejor prevenir antes que lamentar. O, mejor dicho, “es
mejor tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo”. Es verdad. Un
conductor debe de ponerse siempre en la situación real de un accidente. Tal vez
podría tener para u raspón de auto, pero ¿para un fuerte daño personal y
material? Probablemente, no. 
Si eres un conductor, no te conformes con poseer la poliza
de seguros básicos, ten un seguro vehicular contra todo riesgo.

 
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